La inflación subyacente alcanza el máximo de cuatro décadas en Japón

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Noticias Sharecast | 23 Dic, 2022

Datos recientes de Japón mostraron que los precios al consumidor subyacentes aumentaron a su ritmo más rápido en más de 40 años el viernes, en una economía conocida por su habitual falta de presión inflacionaria.

El índice de precios al consumidor básico del país aumentó un 3.7% interanual en noviembre, lo que representa la cadencia más rápida desde diciembre de 1981.

Estuvo en línea con lo que los analistas encuestaron por Reuters había anotado, y fue un ligero aumento en la cadencia del 3.6% registrada en octubre.

El IPC general fue un 3.8% más alto año con año en noviembre.

Al mismo tiempo, el Banco de Japón publicó las minutas de su reunión de finales de octubre, que mostraban que los formuladores de políticas estaban buscando un cambio en la política ya que la inflación se prevé que aumente aún más.

Los miembros de la junta de políticas del BoJ reconocieron el enfoque moderado de larga data del banco central, pero coincidieron en la necesidad de "prestar atención a los efectos secundarios de la relajación monetaria".

“Era necesario examinar humildemente el impacto de los precios altos en el comportamiento de los hogares y los salarios”, se lee en las actas.

La declaración dijo que un miembro destacó la importancia de considerar cómo las "estrategias de salida futuras" podrían afectar los mercados y si "los participantes del mercado estarían bien preparados para ellas".

A principios de esta semana, el Banco de Japón sorprendió a los mercados al expandir su banda de control de la curva de rendimiento en el bono del gobierno japonés a 10 años.

Ahora permitía que los rendimientos de las notas oscilaran entre -0.5% y 0.5%, desde su banda anterior de entre -0.25% y 0.25%.

Duncan Wrigley en Panteón Macroeconomía dijo que la expansión del banco de su banda de control de rendimiento de bonos a principios de semana conmocionó a los mercados, pero los datos del IPC agregaron credibilidad a su justificación, que era que buscaba aliviar los efectos secundarios en los mercados financieros.

“Creemos que la motivación adicional es que le da al Banco más margen de maniobra al impulsar el yen”, señaló Wrigley.

“El BoJ espera que la inflación al consumidor se enfríe gradualmente en 2023, y los precios actuales de la energía, los precios de los alimentos y las tendencias monetarias respaldan este escenario”.

El Banco de Japón vio un traspaso limitado en términos de inflación salarial sostenida, explicó Duncan Wrigley, aunque las expectativas inflacionarias habían comenzado a aumentar.

"En general, dadas las sombrías perspectivas de los PMI y las perspectivas de una recuperación moderada en 2023, creemos que el BoJ se abstendrá de subir la tasa de referencia básica o el endurecimiento monetario destinado a enfriar la economía hasta 2024".

Información de Josh White para Sharecast.com.

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